Este pino ha sido testimonio privilegiado de numerosos hechos históricos relacionados con el Barça y el barrio de les Corts. Es un pino centenario que se alza en medio de la Travessera,de donde milagrosamente no se ha movido por lo menos desde el año 1893. Ni siquiera las presiones de las reformas urbanísticas que ha experimentado la zona lo han hecho caer. Durante 35 años señaló uno de los accesos al desaparecido estadio blaugrana que Kubala y el Barça de las cinco copas de la temporada 1951-1952 dejaron pequeño.
Es un pino piñonero catalogado como árbol monumental de Barcelona. A finales del siglo XIX formaba parte de la finca de Can Gasparó,que presidía una magnífica masía que en 1934 se convirtió en la escuela Durán i Bas. El pino se encontraba (y se encuentra) entre las calles Numancia y Vallespir. Antes,era la esquina del campo de las Corts con la antigua calle Gerardo Piera,que desapareció engullido por la operación de recalificación urbanística del estadio blaugrana que sirvió para financiar el Camp Nou. Por su situación,el árbol fue una referencia y punto de encuentro de los aficionados blaugrana.
Entre finales de la década de 1960 y principios de la de los 70 convergieron dos operaciones urbanísticas que parecía que iban a sentenciar aquel pino tan histórico. Una,la de bloques de pisos e instalaciones deportivas que tenían que ocupar el espacio del estadio. La otra,el derribo de la antigua masía que albergaba el colegio Durán i Bas,que se reconstruyó con el aspecto actual. El pino se encuentra precisamente entre pisos y escuela. Las dos obras tenían que permitir,además,que la travessera ganase anchura con las nuevas alineaciones. El pino y otros árboles que se encontraban dentro del recinto educativo parecían condenados.

No obstante,una movilización vecinal consiguió lo impensable en 1973,en unos momentos en que Barcelona protagonizaba importantes «arboricidios» en otros barrios de la ciudad. No solo salvaron aquel pino histórico,sino algunos ejemplares del Durán i Bas. Por ésto,en este tramo de la Travessera de les Corts la calzada tiene un lateral en la parte mar separado del resto por dos isletas: una larga,alineada con la escuela,y otra donde vive el pino,que se erige como monumento de resistencia a la especulación urbanística de finales del franquismo.
El árbol sigue allí. Son muchos los conductores que no lo entienden. Supongo que no conocen la historia y,por lo tanto,la importancia de mantener la memoria de un icono del pasado rural de esta zona de les Corts y del estadio que vivió entre 1922 y 1957 las primeras eras gloriosas del Barça. Las de Paulino Alcántara,Samitier y,especialmente,la que lideró Kubala en la década de 1950. Ahora puede que lo entiendan.