Para la gran mayoría se trata de las dependencias de un centro escolar. Pero el edificio medieval que se encuentra en el número 54 de la calle de St. Antoni Abat,casi en la esquina de la ronda St. Antoni,fue testimonio de uno de los episodios históricos más trasdendentales y tristes de Barcelona,ya que es donde se firmó la capitulación de la ciudad en el año 1714.
El viejo edificio fue construído por la Generalitat a finales del siglo XVI al lado del portal de St. Antoni,el más importante de la ciudad amurallada. Era el acceso utilizado por reyes y otras personalidades relevantes. De este portal salía el Camino Real,la antigua Vía Augusta romana.

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El inmueble era conocido como Casa de la Generalitat y,de hecho,el escudo de la institución todavía es visible por todo el edificio. También se llamaba Casa de la Bolla,ya que su función era recaudar los impuestos para poder entrar mercancías a Barcelona; de aquí viene su situación estratégica. Estos impuestos eran conocidos popularmente como «la bolla»,que en realidad era una marca de plomo que se adhería a los productos y que certificaba que el impuesto se había hecho efectivo.
Cuando el 11 de septiembre de 1714 Barcelona cedió finalmente al largo asedio de las tropas de Felipe V,las autoridades de la ciudad se reunieron en la Casa de la Generalitat. Al día siguiente,Antoni de Villarroel firmó la capitulación y aceptó todas las condiciones de los vencedores,representados por el duque de Berwick.

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Después que la Generalitat y el resto de instituciones catalanas se aboliesen,el edificio perdió su función. En el año 1816,el rey Fernando VII cedió la antigua Casa de la Generalitat a la orden de los escolapios para ampliar las aulas de la escuela en el antiguo convento de St. Antoni. Todavía se conservan,justo delante,los arcos góticos que hoy forman parte de unas dependencias municipales. La Casa de la Bolla continua manteniendo su actividad docente como parte de la Escuela Pia.